Si tú te tiras, yo me tiro.

¿Que por qué me gusta? No lo sé. Quizá por sus ojos, esos ojos que me hipnotizan. Tal vez por su sonrisa, esa sonrisa que me hace reír pase lo que pase. Por sus pequeñas manías, esas que tanto me desquician y que a la vez me gustan tanto de él.. Sus brazos, esos brazos que desearía que me abrazasen a cada hora. a cada minuto, a cada segundo. Sus obsesiones, aquellas por las que no vive y tanto coraje me dan. Me gusta por su seguridad, esa que me transmite con solo pensarlo. Y por su inseguridad, la que me asusta y me da escalofríos. Por cómo camina. Por ser distinto de los demás. Por no dejarse influenciar y ser siempre él mismo. Porque con su simple hola, hace que se me pongan los pelos de punta y los nervios me coman viva. Realmente no sé por qué lo quiero como lo quiero. Pero si fuese necesario, lo gritaría a cada persona que vive en este puto planeta.

A veces me gustaría poder observarme desde fuera cuando estoy con él. Me gusta la naturalidad con la que hablamos, la forma en la que me besa o las sonrisas que me dedica. Me gusta abrazarme a él y que su olor me haga sonreír. Me encanta también apoyar la cabeza en su pecho y notar los latidos de su corazón que tan acompasados van al mío. Pero lo que más me gusta, sobretodo, es levantar la vista y encontrarme con su mirada, es bonita y sincera y a veces, me pierdo en ella para olvidarme de los problemas, pero ante todo me gusta porque me trasmite seguridad y ganas de él, de besarle y de comernos el mundo juntos.